El masaje y las endorfinas
19 marzo 2011 1 comentario
Las endorfinas deben su nombre a la combinación de las palabras endógeno (que significa dentro, en el interior) y morfina (alcaloide opiáceo sedante y anestésico). Son sustancias que produce naturalmente el organismo para mitigar el dolor o para traer placer en determinadas situaciones.
Las endorfinas poseen un efecto analgésico, es decir que son capaces de aliviar o suprimir el dolor. Además, su acción sedante permite la relajación general del organismo y una vinculación con sensaciones placenteras.
Químicamente, se las define como neuropéptidos que modulan la acción de los neurotransmisores a través de efectos asociados con el dolor o con el placer. Son fabricadas en el cerebro, la médula espinal y otras partes del cuerpo, y liberadas al torrente sanguíneo al ingerir bebidas alcohólicas, café o azúcar y durante el comer en general; al fumar; durante el acto sexual; al practicar ejercicios o al recibir masajes. También pueden producirse en ciertas experiencias sensoriales como cuando escuchamos música inspiradora, leemos un libro, olemos un aroma, recordamos alguna situación placentera, etc.
Masaje y endorfinas
El masaje es un modo muy eficaz a la hora de estimular las secreción de endorfinas. En principio, si decimos que la producción de dichas sustancias se asocia a experiencias sensoriales placenteras, no cabe duda de que el masaje relajante, sedante, resulta un estímulo adecuado para ello.
La aplicación correcta de técnicas mecánicas, como las miofasciales, aumentan el flujo sanguíneo desde y hacia la zona afectada, facilitando la llegada de sustancias nutritivas (entre ellas endorfinas) y la liberación de toxinas atrapadas en los tejidos.
Cuando se ejerce presión sobre un Punto Gatillo, es normal que se sienta dolor. Si la presión es adecuada, es decir, cuando el dolor que se siente provoca alivio, se deriva un efecto positivo: el organismo secreta endorfinas para apaciguar ese dolor. Las personas acostumbradas a recibir el masaje de Puntos Gatillo descubre que luego de la presión inicial dolorosa va aumentando su capacidad de admitir presión a más profundidad con menos sensibilidad. Esto se lo debemos al efecto analgésico de las endorfinas.
Otra forma física eficiente para estimular la secreción de endorfinas es el TENS. Muchos estudios médicos demostraron que con el TENS convencional o de frecuencia elevada ocurre un aumento significativo de preprodinorfina (precursor del opioide dinorfina) así como también presencia de vasodilatación (produce analgesia en los dolores miofasciales); con el TENS de baja frecuencia y elevada intensidad se ha comprobado un aumento en el nivel de endorfinas en el líquido cefalorraquídeo.
En resumen, el dolor musculoesquelético responde muy bien a la combinación de TENS y técnicas de masaje logrando un efecto potenciador de los resultados analgésicos y el consecuente alivio del dolor.
El masaje y las endorfinas por Andrea Saracco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 Unported.
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