¿Cuándo tomar Flores de Bach?

El Sistema de Flores de Bach, también llamado floriterapia, terapia floral o terapia de las emociones, es un sistema terapéutico holístico que ayuda a equilibrar el estado de ánimo y la mente.

El Sistema de Flores de Bach está compuesto por 38 esencias elaboradas a partir de plantas, especialmente de sus flores.Frascos de FLores de Bach

Si bien el método apunta a tratar las emociones, es un hecho que también mejoran ciertos síntomas físicos, es decir: las Flores de Bach no tratan directamente enfermedades físicas aunque determinadas molestias o síntomas físicos -que tienen origen en emociones negativas- se pueden ver aliviados al equilibrarse dichas emociones.

Hagamos una pequeña visualización, a modo de ejemplo sencillo, para comprobar la relación entre el estado de ánimo y su efecto en el cuerpo:

Permanece unos instantes con los ojos cerrados e imagina que tienes en tus manos un melocotón maduro, dulce y jugoso. Mientras lo partes por la mitad percibes su aroma perfumado. Imagina que llevas un trozo a tu boca, sientes su pulpa al morderlo y percibes el sabor dulce y ligeramente ácido que despide su jugo. Vas masticándolo lentamente y sientes como el melocotón se va deshaciendo en tu boca. ¿A que se te hizo “agua la boca”? ¡A mi sí! Un cambio físico solamente por pensar en algo.

(el ejemplo está modificado un poco por mí; el original está sacado del libro de Stefan Ball citado en la bibliografía)

¿Cuándo se puede tomar Flores de Bach?

Cada uno de los 38 remedios ayudan a equilibrar una característica o estado emocional negativo: miedo, incertidumbre, falta de interés, sentimiento de soledad, hipersensibilidad a la influencia externa, abatimiento o desesperación, preocupación por el bienestar de los demás…

Veamos algunos ejemplos de situaciones en las que nos puede ser de ayuda tomar Flores de Bach:

  • Laura conduce desde hace muchos años pero desde hace un tiempo, desde que se sube al coche, empieza a tener miedo de chocar o de atropellar a alguien. Esto le hace sentirse angustiada e insegura.
  • Pedro tiene 65 años, en los últimos meses ha empezado a tener algunas molestias al orinar. Viene postergando la cita con su médico por miedo a que le diagnostiquen una enfermedad grave.
  • Josefa ha iniciado varias dietas en su vida para bajar de peso. Al principio le funcionan pero lo luego empieza a perder motivación y las abandona.
  • Ayose suspendió el examen de ingreso a la universidad. Está abatido y no sabe si tendrá fuerzas para volver a intentarlo.
  • La madre de Susana falleció la semana pasada. Susana cuidó de su madre anciana durante los últimos tres años, además de estar triste por su partida también se encuentra agotada físicamente por todo el esfuerzo y dedicación que puso en cuidarla.
  • Cada vez más a Román le cuesta ir a trabajar. En realidad a él le gusta lo que hace en su trabajo pero lo que lo tiene desmotivado y enfadado es que su jefe es bastante dominante y él siente que no puede expresar sus opiniones, que todo son exigencias y que nunca hay algún reconocimiento por su desempeño.

Estos son tan sólo unos pocos ejemplos que quise mostrarte para explicarte que el motivo para iniciar un tratamiento con Flores de Bach puede ser una situación reciente o de larga data, que puede tener que ver con cualquier ámbito de nuestra vida o que puede ser una situación que en apariencia parece banal pero que realmente uno siente que lo está limitando en su vida.

¿Cuando se deja de tomar Flores de Bach?

Cuando el problema por el que se está tratando desaparece. Así de simple.
Como cada persona es diferente, así como diferente es su problema, el tiempo de duración del tratamiento es distinto. Cuando se trata de un problema crónico puede llevar algo de tiempo llegar al fondo del problema para que desaparezca. Si se trata de un problema reciente, muy puntual, que no está arraigado puede que con un sólo frasco de tratamiento ya sientas que estás bien.

 

Bibliografía:

– Curarase con las flores de Bach, Sonia Mantovani, Ed. Tikal

– Taller de flores de Bach, Stefan Ball, Ed. Océano