Dime como te sientas y te diré como te encuentras – Postura corporal

Entre los cambios que experimentó el ser humano en su evolución hacia la posición bípeda, se encuentra la elevación de la cabeza por encima del cuerpo, ampliando su horizonte visual y liberando a las extremidades superiores permitiéndoles una mayor amplitud y variedad de movimientos.

Este «logro evolutivo»se encuentra constantemente amenazado por nuestros continuos  malos hábitos posturales. Cotidianamente estamos creando desequilibrios funcionales que con el tiempo nos resultan  cómodos y naturales («lo cómodo vence a lo correcto»). La mayoría de las actividades diarias requieren que

radiografia de perfil del torax, cuello y cabeza

La prologanda posición sedente es una actividad traumática para el sistema fascial. Las consecuencias del desequilibrio corporal se manifiestan en diferentes patologías, que afectan el eficiente comportamiento del aparato locomotor.

nuestros brazos se sitúen por delante del cuerpo, comportamiento que afecta a la musculatura cervical y zonas adyacentes; poco a poco vamos creando el hábito de proyectar la cabeza hacia adelante (posición protruida) fijando un patrón de comportamiento inadecuado.

Observa una situación más que común: es posible que después de un tiempo de estar sentado en una silla, tu tronco se vaya inclinando hacia adelante, con lo cual la posición de toda la columna se modifica: se aplana la curvatura natural (lordosis) de la zona lumbar, aumenta la «joroba» de la espalda (cifosis torácica) y la cabeza se va moviendo hacia abajo. Claro, para seguir trabajando en esta posición debes restablecer el campo visual (ahora reducido) y en vez de reacomodar el cuerpo o el asiento o mobiliario, es posible que eleves la cabeza hasta recuperar el plano horizontal adecuado. Desde el punto de vista correctivo, este movimiento compensador tan automático que haces provoca lo que se llama protrusión de la cabeza. Desde el punto de vista biomecánico lo que se consigue al protruir la cabeza es que la columna cervical se flexione en su parte inferior (C3-D1) y se extienda en su parte superior (C0-C3).

El centro de la lordosis normal en la zona cervical se encuentra en C4-C5 y en posición protruida se desplaza a C1-C2.

Este proceso de transformación de la postura ocurre de forma lenta y progresiva, a lo largo de los años e influye negativamente, en un principio, en la mecánica muscular y posteriormente en la articular. Por supuesto que no estará ausente el dolor, gran mensajero de nuestros desarreglos… tal  vez sea tiempo de escucharlo…

A continuación te escribo la larga lista de transformaciones:
– reducción de la movilidad a nivel cervicodorsal: rotaciones, inclinaciones
– aumento de fibras colágenas
– acumulación de grasa debida a la hipomovilidad
– tensión y retracción de los músculos suboccipitales y excesivo estiramiento de los músculos anteriores del cuello
– cambios en la tensión de la duramadre
– presión sobre los nervios occipitales: puede desarrollarse dolor de cabeza
– cambios degenerativos en los espacios intrarticulares
disfunción de la masticación
– hombros rotados hacia adelante, acortamiento de músculos pectorales
– incremento de la cifosis torácica
– aumento de la actividad de la musculatura accesoria de la respiración, obstrucción de las vías respiratorias
– cambios en la morfología craneofacial

> MÁS INFORMACIÓN: La evolución del dolor , Marcha nórdica

 

Licencia de Creative Commons
Dime como te sientas y te diré como te encuentras – Postura corporal by Andrea Saracco is licensed under a Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 Unported License.